Luces en la casa

No era la primera vez que sucedía, unos rayos de luz se veían en ocasiones entre las rendijas de la ventanas cerradas. A todos en los alrededores parecía extraño, pues la casa llevaba deshabitada casi una década.

Varios días pasaron hasta que el propietario de la antigua casa estuvo por el lugar luego que le avisaran sobre las extrañas luces que en ocasiones se dejaban ver. En la entrada se percató junto a un amigo del barrio que la cerca que la rodeaba estaba intacta y la vegetación que la cubría señalaba que nadie había entrado, pero aún así decidieron entrar a la vivienda.

Dentro, esta poseía todos los signos de que nadie la visitaba en años. Las telarañas se extendían desde el techo hasta el suelo y el olor a humedad era insoportable. Se dirigieron a la habitación de donde provenían las luces mas, una gruesa alfombra de polvo mostraba que nadie había estado en el cuarto.

Ambos salieron de la casa, convencidos de que nadie había entrado y que las luces tal vez las imaginó alguien y decidieron entonces crear el rumor sobre «la casa hechizada».

Afuera los esperaba un señor mayor, de aspecto sucio, ropas medio rasgadas y una enredada barba. Los que conocían a este hombre lo tildaban de loco. Este al ver a los hombres salir se les abalanzó con lo ojos casi fuera de sus órbitas y hablando de manera muy rápida casi sin logrársele entender.

No pudieron encontrar nada ¿verdad?  dijo es imposible que lo hicieran, todo forma parte de un experimento en una realidad paralela a esta…

Su respiración se agitaba, mientras los dos amigos lo miraban casi compadeciéndose de su locura. Continuó diciéndoles señalando la ventana que dejaba ver las luces:

…yo lo sé todo. Pude mirar una noche y en su interior había una mujer y una figura que no parecía ser humana de unos seis pies y pelo largo, se que habían más personas en la habitación blanca pero no pude verlos…

¡Deja tus locuras a un lado! dijo el propietario casi que apartando con un pie al loco y se fueron del lugar.

Los dos amigos se marcharon de la propiedad dejando el loco con la palabra en la boca. El rumor de las luces en la casa, a pesar de que se comprobó que no había nadie, no cesó; las personas siguieron viendo los destellos en ocasiones. El loco y su conspiración en un mundo paralelo desapareció, ese fue el último momento que lo vieron.

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